La Novena de Aguinaldos: Tradición y Autocuidado
¡Hola a todos! Con la llegada de diciembre, en Colombia nos preparamos para una de las tradiciones más esperadas del año: la novena de aguinaldos. Este ritual no solo nos invita a compartir momentos de alegría y reflexión con nuestros seres queridos, sino que también nos ofrece una oportunidad invaluable para fomentar valores como la unión familiar, el perdón y la empatía. Sin embargo, este año quiero compartir una perspectiva diferente: la importancia del amor propio y la autoprotección emocional.
La novena de aguinaldos puede ser un espacio de reflexión. Reflexionar sobre nuestras relaciones, sobre lo que nos hace sentir bien y lo que no. Y aunque la tradición nos invita a reunirnos, es fundamental recordar que no todas las celebraciones tienen que incluir a la familia si esta nos causa malestar. Es posible encontrar alegría en la soledad, en la compañía de amigos o en actividades que nutran nuestro espíritu.
Este año, he decidido celebrar la novena de aguinaldos de una manera que prioriza mi bienestar emocional. He planificado momentos para mí mismo, como meditar, escribir en mi diario y disfrutar de la música que me inspira. También he pensado en invitar a amigos cercanos, en lugar de forzar encuentros con familiares que a veces me hacen sentir incómodo. Al final del día, la celebración debería ser un espacio de amor y alegría, no de tensiones o recuerdos dolorosos.
El perdón, un valor tan importante en esta época, empieza por nosotros mismos. Aprender a perdonarnos y a reconocer nuestros propios límites es fundamental para poder relacionarnos de manera saludable con los demás. En lugar de sentirme culpable por no participar en ciertas reuniones familiares, he optado por enfocarme en las relaciones que me nutren y que realmente aportan a mi vida.
La novena de aguinaldos puede ser una hermosa tradición, pero también puede transformarse en un espacio de autocuidado y amor propio. Si este diciembre te encuentras en una situación similar a la mía, te invito a que tomes el control de tu celebración. Busca formas de honrar tus sentimientos y tus necesidades, ya sea a través de la soledad, el acompañamiento de amigos o incluso creando nuevas tradiciones que te llenen de satisfacción y paz.
Así que, mientras nos preparamos para encender las velas y compartir en esta hermosa tradición, recordemos que lo más importante es cuidar de nosotros mismos. La verdadera celebración comienza en el interior; cuando aprendemos a valorarnos y a rodearnos de aquello que nos hace sentir bien, podemos compartir con el mundo desde un lugar de autenticidad y amor.
¡Feliz novena a todos! Que esta época nos brinde la oportunidad de sembrar amor y paz en nuestro corazón, sin olvidar la importancia de cuidarnos y proteger nuestra esencia.
Ricardo Paredes
Psicólogo Clínico



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