Cuando La Ansiedad Toma el Control (Intensamente 2)
En primera instancia encontramos una Riley con 13 años de edad que experimenta cambios propios de esta etapa de la vida pero que en principio no comprende ni ella, ni su entorno mas cercano compuesto por sus padres y amigas de infancia. A medida que avanza la trama descubrimos que lo que está ocurriendo es el surgimiento de nuevas emociones y que poco a poco se van a posesionar en un lugar muy importante del "centro de mando emocional" donde ya operaban previamente las emociones básicas: Alegría, tristeza, miedo, asco e ira; estas a su vez requieren de la "ayuda" de nuevos estados emocionales que permitan gestionar los desafíos del cambio de edad.
De acuerdo a la mencionada necesidad de crecer no solo a nivel físico sino emocional que tiene Riley, se nos presentan nuevas emociones y ellas son: Aburrimiento, vergüenza, envidia y la "magnífica" ansiedad", y digo magnifica por el acercamiento gráfico que se hace de esta que mas que una emoción, es un estado que si bien permite avizorar riesgos futuros, si se nos sale de control provoca un verdadero caos en nosotros. El desarrollo de los personajes es aceptable ya que permite visualizar como van actuando cada una de esas emociones en diferentes situaciones cotidianas de la vida de Riley, no obstante se percibe desde el primer momento una tensión entre Alegría y Ansiedad porque ambas buscan el control emocional sobre la niña; La primera, sostiene una visión positiva de la vida y desea que Riley no acepta los cambios de Riley de manera asertiva, por el contrario la conduce desde la evocación, a un estado casi que negacionista de su nueva etapa. La ansiedad por su parte, lo analiza y sobre piensa todo desde la visión negativa de lo que puede ocurrir en el futuro ya sea este, cercano o lejano, pero permanece manifestando riesgos que ella considera tendrán impacto sobre la vida de Riley y con el afán de "cuidarla" termina conduciéndola a negar sus gustos, vida pasada - incluyendo amistades - y adoptando posturas enfocadas en la aprobación social mas que en la construcción de su propio YO. Hay que mencionar que para esto, ansiedad permanece bajo el apoyo constante de la envidia, quien permite que se desarrollen comparaciones con otras personas y desde ahí, Riley pueda actuar, vestirse, hablar y demás elementos propios de la personalidad que en este caso disfraza a fin de obtener aprobación.
Si comprendemos esta dinámica, podemos darnos cuenta fácilmente que ninguna de las dos posturas es sana para el desarrollo de la personalidad de Riley, ya que la primera la ancla a un pasado incluyendo negarse a la posibilidad de conocer nuevas experiencias, pero la segunda opción le impide desarrollar su personalidad en base a su propia esencia y por el contrario la invita a vivir en función de terceros que la aprueben. De este modo en el transcurso de la película hay momentos de bastante descompensación emocional para la niña, ya que el control cambia de un "bando" o otro y de este modo las consecuencias son nefastas en cuanto a los miedos, la forma de afrontar las situaciones por parte de Riley y su forma de relacionarse con los demás; esta tendencia se mantiene hasta que la alegría observa un episodio desbordado de la ansiedad por tener el control de todo lo que ocurre alrededor de la niña y esto se traduce en un ataque de pánico en ella incluyendo agitación, sudoración y taquicardia. Una vez entra en juego la alegría, acepta los cambios de Riley y se desprende de la esencia de la niña que un día fue para darle paso a la construcción de una nueva esencia, esta vez de una adolescente que necesita conocer, aceptar y canalizar sus emociones procurando su propio bienestar.
Ricardo Paredes
Psicólogo Clínico






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