¿Como Influyen Las Emociones En El Futbol?

Daniel Goleman en el año 1996 hizo conocer el termino "Inteligencia Emocional" haciendo referencia a la capacidad de reconocer, aceptar y gestionar nuestras emociones además de relacionarnos a través de ellas con otras personas. Este concepto se ha ido investigando desde ese momento en el día a día de diversos quehaceres del ser humano como por ejemplo el campo laboral, el campo familiar e incluso actividades como el deporte han sido permeadas por este concepto buscando una explicación a ciertos comportamientos y reacciones.

La inteligencia emocional es, ante todo, nuestra capacidad para dirigirnos con efectividad a los demás y a nosotros mismos. Implica conectar con nuestras emociones, gestionarlas, auto motivarnos, frenar ciertos impulsos, vencer las frustraciones. El fútbol que por estos días es tendencia debido a que se juega la Copa América y la Eurocopa, no es la excepción de los deportes que han sido leídos desde la Inteligencia Emocional y las conclusiones permiten identificar algunos ciclos de emociones que se presentan a menudo tanto en los jugadores como en los aficionados.

Más allá de la evidencia anecdótica que nos muestra hinchadas leales y entusiastas, aquellas que disfrutan y sufren a la vez todo un torbellino de estas emociones contagiosas como la alegría, la tristeza, la frustración y muchas más; es inevitable observar las dinámicas de equipos conformados estas estrellas del futbol, pues nos revelan a todas luces, la importancia del contexto emocional para el funcionamiento de un equipo espectacular.  Al respecto, Ingrid Rosenberg de Talent Advisors Latam nos manifiesta que es muy difícil poner en  duda el papel preponderante que las emociones juegan en las organizaciones. Particularmente el fútbol nos regala un claro ejemplo de que las emociones son el impulsor del desempeño.
 
En los jugadores la habilidad técnica (jugar fútbol de una forma excepcional en este caso) es importante para lograr el resultado pues las emociones no son los únicos impulsores del desempeño (se observa en todos los equipos eliminados tempranamente donde hay emoción, pero quizás esta no estaba acompañada de  habilidad técnica suficiente), pero por otro lado la habilidad técnica por sí sola, es decir el know-how carente de emoción,  tampoco te lleva a lograr resultados, ¿alguien se imagina un mundial sin motivación durante un partido?

La motivación que funciona es la intrínseca, es decir aquella motivación en la que se moviliza el propósito. Si bien es cierto, en el mundial las selecciones cuentan con sus hinchadas respectivas, que los siguen, los animan y les van contagiando la energía de emociones, alegría, expectativa, y orgullo; no es por casualidad eso se diga siempre que el futbol es una fiesta. En el caso de los equipos organizacionales, esos lideres vienen a ser metafóricamente la hinchada . El líder va a acompañar a cada persona a encontrar su motivación y a modelar la gestión de emociones para que estas sustenten la obtención de los resultados deseados.  Después de todo en las organizaciones, tanto como en el futbol, tal como dijo Kaka , el famoso futbolista brasileño,   “no hay goles feos, lo feo es no hacer goles”.

Más allá de la motivación, podemos observar que el fútbol motiva el desarrollo de múltiples estados emocionales que vinculan de forma directa a hinchas con jugadores, esto repercute en su rendimiento y por tanto se hace necesaria la inteligencia Emocional para su afrontamiento y manejo controlado, en caso de no tener un nivel adecuado de Inteligencia Emocional, tanto unos como otros pueden sufrir un desbordamiento de emociones que conduzca a consecuencias negativas para la salud mental ya que más allá de la disputa por un balón, o el grito de un gol, en la cancha están en juego expectativas, metas, orgullo y honor que por identificación se busca trasladar al deseo impuesto de una sensación de tranquilidad que está en manos del deporte rey.


Ricardo Paredes

Psicólogo Clínico

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