Sobre La Canalización De Las Emociones


 "Canalizar"... se ha convertido en una palabra con suerte de verbo, que se escucha cada vez con mayor frecuencia en contextos cotidianos, principalmente referida al ámbito emocional. Es común escuchar que debemos aprender a canalizar emociones y es donde surge el interrogante que junto con algunos pacientes hemos tratado de resolver: Y eso, ¿Cómo se hace?, ¿Se logra algún día?, ¿Hay una guía para canalizar emociones?, sobre esto me ocuparé en esta entrada. 


El campo de las emociones no ha sido explorado del todo pese a que existen algunos avances (grandes a mi consideración) como considerar que hay una inteligencia emocional que determina por ejemplo las decisiones que una persona toma en determinado momento. Al no tener exploración, la difusión de este elemento se detiene en el tiempo; por ejemplo, es motivo de mi sorpresa (no grata) que el sistema educativo tradicional, principalmente en Latinoamérica se centre aún en los aspectos académicos en el desarrollo del niño y adolescente, dejando aún de lado el campo emocional. Si bien se menciona y se reconoce la necesidad de trabajar en las emociones principalmente en su "control", no se ha trazado una ruta clara de la educación emocional que en tanto habilidad, se debe entrenar para su desarrollo.

En esta medida, se puede visualizar un panorama poco claro de la educación emocional en las personas, por tanto se vuelve evidente la necesidad de acudir al psicólogo a fin de entrenar las emociones, de hecho, de conocerlas porque somos tan inconscientes de nuestras emociones, que muchas veces ni siquiera las podemos reconocer. Y es que el reconocimiento de las emociones propias es necesario para poder asumirlas como algo propio, como un ejercicio de aceptación de nuestro campo emocional lo cual me llevará a lo que se conoce como canalización emocional.

La dinámica de la canalización tiene que ver con la forma en que una persona descarga la cantidad de energía emocional por medio de una actividad que le resulte motivante y principalmente reguladora. Por ejemplo, en el marco de las inteligencias múltiples existe la posibilidad de que una persona logre canalizar su tristeza por medio de la ejecución de un instrumento musical, mientras que otra persona, esa misma tristeza la canalice por medio del deporte, la lectura, la pintura, el ejercicio físico etc. Estas actividades deben ir trazadas desde un plan de canalización donde exista como se había mencionado, un reconocimiento de la emoción, una aceptación de la misma, una actividad liberadora y al final un aprendizaje o conclusión: Cuando se realiza esta cadena con cada emoción podríamos decir que contamos con una educación emocional consciente y adecuada que nos permitirá tomar mejores decisiones (En la medida de que son muy conscientes y analíticas) y gozar de un bienestar emocional (No entendido como la ausencia de problemas, sino como la capacidad de resiliencia). 

Dicho esto, la canalización es más que una palabra de moda con la cual podemos aún descubrir y hacer mucho desde el campo de las emociones, entrenar tu mente funciona igual que entrenar tu cuerpo, debes tener disciplina, constancia y auto-aceptación para que se instaure en ti como un hábito la inteligencia emocional desde la cual podrás afrontar tu vida con otros ojos, los ojos de la asertividad y la resiliencia que te permita hacer de la crisis, algo transformador para ti. 

¿Te gustaría tener una herramienta que te ayude a conocer tus emociones?

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Ricardo Paredes

Psicólogo Clínico

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